Presentación de MadFAC


En Mayo de 2013, se constituye legalmente en el Registro de Asociaciones de la Comunidad Autónoma de Madrid, la Federación de Asociaciones Cannábicas Madrileñas (MadFAC) integrada por diversas asociaciones sitas en la misma y amparados en la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación y el Art 22 de la constitución que consagra el mismo.

El Proyecto se inicia en febrero de 2013, cuando empiezan a reunirse distintas asociaciones de usuarios de cannabis de la Comunidad de Madrid, en lo que se denominó el Foro de Asociaciones Cannábicas Madrileñas preparatorio para la fundación de MadFAC, con el fin de compartir las distintas experiencias vividas en las asociaciones, aunar esfuerzos y perseguir el objetivo común de la regulación del cultivo y de la tenencia destinada al consumo de esta sustancia. Aprovechamos el sistema de autorregulación asociativo, que desde hace años se viene desarrollando por parte de la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC) y adaptándolo a la idiosincrasia madrileña. Poco a poco se van integrando a este foro más asociaciones hasta un total de 8 que participan en la fundación de MadFAC.

Nuestro objetivo es transmitir la transparencia de las asociaciones federadas, demostrando cooperación con todas las instituciones que afectan directa o indirectamente a las mismas, convirtiéndonos en un interlocutor valido, abriendo una vía para obtener un reconocimiento institucional, es decir, para que la administración en su conjunto, con respeto a los cauces legales existentes, establezca una regulación clara, con obligaciones y derechos para todas las asociaciones cannábicas.Movidos por la defensa del usuario de cannabis ante la criminalización que padece por su consumo, y con el objetivo de no ser ajenos a la realidad innegable de que las políticas sobre drogas han fracasado en lo que atañe al Cannabis, sustancia aceptada y que no crea ningún tipo de alarma social. La cuál la prohibición no ha conseguido erradicar , sino acrecentar los riesgos asociados a su consumo y seguir alimentando el crimen organizado.

Para ello contamos con profesionales en el ámbito médico, jurídico y psicológico, estableciendo colaboraciones con entidades dedicadas a la prevención y reducción de riesgos, en aras de dar una cobertura integral al usuario de cannabis de todas las asociaciones federadas para que se sientan seguros, respaldados y conocedores de sus derechos.

Tras las primeras reuniones se observa la necesidad de no pasar por alto las experiencias que se han dado en otras autonomías, ya que extrañamente Madrid estaba a la cola del Estado en este tema. En base a esto se realizó un profundo análisis sobre los distintos modelos intentando ser inteligentes, aprender de ellos y optar por el más prudente y correcto en relación a la jurisprudencia existente.

Dejándonos guiar también por el Dictamen Jurídico solicitado por la Federación de Asociaciones Cannábicas del Pais Vasco (EusFAC), en relación a la viabilidad legal de los clubes sociales de cannabis, como modelo de autorganización del consumo, realizado por los juristas José Luis Díez Ripollés y Juan Muñoz Sánchez, catedráticos de derecho Penal de la Universidad de Málaga. En el cuál se viene a indicar que con lo dispuesto por el alto tribunal y la abundante jurisprudencia existente, y siguiendo sus premisas y directrices básicas, no se comete ningún ilícito penal, puesto que son grupos de consumidores previos, mayores de edad, sin que su actividad tenga trascendencia pública respecto a personas ajenas al círculo privado y cerrado que componemos (vía membrecía apadrinada dentro del marco asociativo).

Tras esto llegamos a la conclusión de que debíamos diferenciarnos de las mutaciones mercantilistas y oportunistas del modelo asociativo, que usaban todo el trabajo previo desarrollado por la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC), para lucrarse indiscriminadamente, perjudicando al resto de asociaciones que  realmente actuamos de modo asambleario, horizontal y respetando la jurisprudencia.

En base a este sentimiento unánime de todas las asociaciones participantes, se creó una comisión de secretariado, con el objetivo de elaborar un Código de Buenas Prácticas en clave interna, que guiará el funcionamiento de todas las asociaciones que representamos estableciendo un sistema de líneas rojas con limites y recomendaciones, además de articular mecanismos de control y un régimen sancionador, para asegurar que se cumpla este modelo de funcionamiento y actuar coercitivamente en caso de incumplimiento.

Todo lo anterior no debe tomarse como una postura excluyente del resto de modelos, los cuales respetamos pero no compartimos, sino como una forma de funcionamiento que creemos que es la correcta, y que nos otorga tranquilidad con lo que hacemos. Por tanto, y sin olvidar que nuestro fin es la regulación del cultivo y la tenencia destinada al consumo de esta sustancia, actuaremos en base a estas directrices tanto en cuanto la administración no se pronuncie de forma clara y concisa en otro sentido. Pronunciamiento que llegado el momento acataremos y al cuál adaptaremos nuestro modelo de funcionamiento.

Dicho Código de Buenas Prácticas fue aprobado por la Asamblea General de MadFAC el 19 de junio de 2013, considerándolo como norma básica de obligado cumplimiento para todas las asociaciones federadas, junto con los Estatutos y los Códigos Reguladores Internos de las distintas asociaciones.

Estando muy agradecidos y aprovechando la labor realizada durante los últimos quince años por las asociaciones integrantes de FAC, EusFAC Y CatFAC, en pro de los derechos del usuario de cannabis, e intentando sumar fuerzas a este movimiento, dándole un impulso necesario desde la capital de estado.

 MadFAC.

En Madrid a 3 de julio de 2013.