El Parlamento Vasco volvió ayer a sacar la fumata blanca para los 125 clubes de cannabis registrados en Euskadi. La Cámara de Gasteiz, que lleva dos legislaturas empeñada en dar carta de normalidad a la marihuana, reclamó al Gobierno central y a los jueces llevar a cabo “avances sólidos” en la regulación del consumo de cannabis, “siempre desde la perspectiva de que se trata de un producto que conlleva riesgos para la salud”. Asimismo, leyó la cartilla a algunos jueces al criticar el “retroceso” que han supuesto las sentencias del Tribunal Supremo contra organizaciones de consumo compartido.
La proposición no de ley presentada por PNV, EH Bildu y el PSE-EE, fue también respaldada por el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, y registró el voto en contra del representante del PP. En su iniciativa, pusieron de relieve que estos clubes llevan funcionando desde hace tiempo en Euskadi y que, en términos generales, realizan un trabajo de autorregulación del consumo de marihuana de forma “ordenada y responsable”. El Ejecutivo de Urkullu ya dio el primer paso hacia la normalización de los clubes de fumadores con la aprobación de la Ley de Adicciones. La Cámara defiende ahora una “solución regulada” para la actividad de estos clubes, ya que según la normativa que recibió luz verde el 7 de abril, pueden quedar legalmente constituidos.
En la justificación de la proposición no de ley, los partidos firmantes incidieron asimismo en que países como Uruguay, México, varios estados de EEUU y Holanda ya han comenzado a regular este consumo. En este sentido, desde la Federación Vasca de Cannabis (Eusfac) se subrayó que “son muchos los países que han dejado de criminalizar la posesión y el consumo. Sobre todo están iniciando experiencias para salir de ese entorno restrictivo y prohibitivo, que provoca que no bajen las tasas de consumo”
Las fuerzas políticas censuraron, al mismo tiempo, las últimas sentencias condenatorias del Tribunal Supremo que han revocado sentencias de las audiencias provinciales “castigando a las directivas de los clubes vascos con fuertes penas económicas y de cárcel”. A su juicio, estas resoluciones contra responsables de los clubes “han quebrado los lentos avances de los últimos años para asumir nuevos ámbitos de libertad en esta materia”.
Durante el debate en la Comisión de Salud, el parlamentario del PNV Luis Javier Tellería recalcó que no se están negando los efectos nocivos del cannabis pero matizó que el hecho de que sea perjudicial objetivamente no debe justificar su prohibición, y citó como ejemplo el alcohol.
Además demandó seguridad jurídica para estos clubes, algo que también exigió el parlamentario de EH Bildu Iñaki Lazarobaster, quien apeló a superar la prohibición del cannabis y a dar “pasos firmes” en su regulación sin olvidar los riegos de su consumo. Por su parte, Txaro Sarasua (PSE-EE) mostró asimismo su deseo de que el Gobierno de España no recurra finalmente la Ley de Adicciones, porque según dijo, lo que en ella se dice sobre los clubes de cannabis es “totalmente inofensivo”.
Solo Carmelo Barrio (PP) se opuso a esta iniciativa, poniendo el foco en el “riesgo y la complejidad” de regular cuestiones como el cultivo y la compraventa de cannabis. Incluso Gorka Maneiro (UPyD) calificó de “impecable” el texto aprobado porque defiende derechos civiles, libertades individuales, y la necesidad de dar la máxima seguridad jurídica y proteger la salud.
De hecho, en la proposición se invita a los clubes y asociaciones de marihuana existentes en Euskadi a que mientras no exista una regulación expresa en la materia “establezcan mecanismos de autorregulación, buenas prácticas” y colaboren con la Administración.
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