El Departamento de Salud formalizó ayer la regulación sanitaria de las asociaciones Cannàbicas con la publicación en el DOGC de 17 recomendaciones dirigidas a los ayuntamientos —de los que depende en última instancia la regularización de estos clubes— para ordenar la actividad en los 400 locales que hay en Cataluña. El Parlament ratificó también estas medidas de control a través de una moción aprobada con los votos favorables de todos los partidos menos el PP.
La normativa, elaborada bajo la tutela de la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT), restringe la entrada a las asociaciones a menores de 18 años y exige que se limite el acceso exclusivamente a los socios, que han de ser consumidoras habituales de cannabis, no estar afiliadas a otros clubes de este tipo y entrar avaladas por otro socio ya registrado en la entidad. La resolución publicada por Salud recoge que la normativa pretende servir para “proteger, promover y mejorar la salud de la ciudadanía mediante una política orientada a minimizar los daños del consumo de cannabis”.
Las recomendaciones también exigen que las entidades han de estar inscritas en el Registro de Asociaciones de la Generalitat, así como también los propios socios han de apuntarse a un registro municipal de asociaciones de personas consumidoras de cannabis. Los locales tendrán que estar ubicados a una distancia prudente los unos de los otros y también con respecto a centros sanitarios o educativos y se someterán a una limitación horaria de ocho horas (hasta las 10 de la noche como máximo entre semana).
El consumo de otras drogas o bebidas alcohólicas y la venta de productos comestibles quedará prohibido y los nuevos miembros tendrán 15 días de carencia, por lo que no podrán solicitar ningún tipo de substancia durante sus dos primeras semanas en la asociación.
Aunque la normativa aprobada es menos ambiciosa de lo que pretendía su primer borrador —que contemplaba, además del consumo, el transporte y el cultivo del cannabis—, la Federación de Asociaciones Cannábicas de Cataluña (CatFAC) celebró ayer la publicación de las recomendaciones “que suponen un paso más por la libertad“. La CatFAC aseguró en un comunicado que ahora serán los clubes “los que deberán velar por el cumplimiento de los parámetros de la regulación y participar en las estrategias de reducción de riesgos y daños, siempre a favor de proporcionar seguridad y salud” a sus usuarios. Con todo, la federación añadió que “este no es el final del camino” y abogó por ahondar también en la regulación de cultivo para incrementar la protección de los clubes y sus socios.