El sábado 6 de mayo se celebró en Madrid la XXI edición de la marcha mundial de la marihuana convocada por la veterana asociación madrileña de estudios sobre el cannabis (AMEC), acto que se celebra en cientos de ciudades a lo largo de todo el mundo.
Como cada año para la cita, la madrileña puerta del sol se teñía de verde con los miles de globos que decenas de activistas repartían con alegría y humor. a las seis en punto y a ritmo de batucada se inició la marcha de las miles de personas que año tras año y de manera incansable reclaman el fin de la prohibición.
A la cabecera la inconfundible la pancarta de “siembra el cambio, cultiva tus derechos” de las organizadoras, pero otras muchas con lemas como autocultivo medicinal libre, legalizar o regular la lucha es cultivar, cultiva tus derechos, cosecha libertades, la prohibición del cánnabis perjudica gravemente la economía de tu país o ¡regulación integral ya! entre muchas otras.
Pese al paso ligero de la marcha y el júbilo que la acompañaba, fue inevitable el colapso del conocido cruce de la concurrida calle Montera con la Gran Vía durante casi tres cuartos de hora debido al río de personas que acompañaban la manifestación. La marcha de este año tenía un claro objetivo reivindicativo, y muchos de las grandes figuras del activismo caminaban al son de cánticos que empoderaban y generaban una energía que animaba hasta a los propios cuerpos de seguridad, a los que la organización quiere agradecer el trato recibido.
Al acabar el ya habitual recorrido en la plaza de España y como si de un guiño ácido se tratara, se leyó el manifiesto como cada año ante el plan nacional sobre drogas fondo de bienes y decomisos, y con un claro propósito de cambio y transversalidad por parte del movimiento, la lectura se hizo a dúo y con voz femenina. dos de las mujeres activistas del actual panorama cannábico Patty Amiguet presidenta de CatFAC, portavoz de cFAC y una de las fundadoras de REMA y Clara Torrijos, presidenta de Regulación Responsable, fundadora y cooperativista de marihuana tv y una de las fundadoras de REMA reclamaron de forma contundente el camino hacia la lógica, hacia el fin de la prohibición, hacia la transversalidad, la mirada de género, el respeto, la colaboración y ante todo voluntad y humildad política, pidiendo a nuestros políticos medidas urgentes para las personas afectadas por la lucha contra las drogas.
Al finalizar la lectura quedó tiempo para un poco de celebración en la plaza al sonido de reggae, buen rollo y… ¡un poquito de humo!
Esperemos que el año que viene marchemos para celebrar una regulación integral del cánnabis en el estado.
¡La lucha continua camaradas!