El Gobierno checo quiere impulsar el cultivo local de marihuana tras fracasar en la legalización de esta droga para fines terapéuticos, debido a los altos precios del cannabis importado.
Un gramo de flor de marihuana seca importada asciende a casi 11 euros, por lo que una dosis mensual de 30 gramos, la máxima que puede recetar el médico, sube hasta los 330 euros, un tercio del sueldo medio.
Expertos y representantes de los pacientes afectados denuncian que, dos años después de la legalización y pocos meses desde que empezara su comercialización efectiva en farmacias, no se ha conseguido nada de lo que buscaba la ley.
En el proceso legislativo se fijó un sistema de receta electrónica, para evitar abusos y que la Policía pudiese controlar fácilmente la comercialización de la droga. Pero han seguido vigentes las sanciones al consumo recreativo y al cultivo de esta droga.
Son muchos los checos que ante la imposibilidad de sufragarse tamaño desembolso en cannabis utilizan vías “alternativas” para suministrarse la dosis. Cultivan así las plantas de marihuana en sus casas a riesgo de ser denunciados por el propio Estado que ahora pretende impulsar el cultivo local.
Info: Radio Praga