El organismo de Naciones Unidas encargado del control de drogas ha expresado su “preocupación” por la legalización del cannabis en cinco regiones de Estados Unidos y ha recordado que estas iniciativas van contra los dispuesto en los tratados internacionales de drogas.
En su informe de 2014, publicado este martes, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), destaca que la Convención sobre Drogas de 1961 “es estrictamente vinculante y no está sujeta a una interpretación flexible”.
En ese sentido, la Convención exige que los Estados partes deberán “dar cumplimiento a las disposiciones de la presente Convención en sus respectivos territorios”, destaca la JIFE.
“Esa disposición se aplica también a los Estados que tienen una estructura federal”, precisa la Junta, compuesta por trece expertos en materia de fiscalización de drogas.
En Colorado y Washington ya se puede comprar y consumir libremente el cannabis desde 2014, mientras que en los estados de Alaska y Oregón, así como en la capital, Washington (Distrito de Columbia), se aprobaron iniciativas legislativas populares para legalizar el cannabis para uso recreativo.
Éstas “representan nuevos desafíos al cumplimiento por el Gobierno de EEUU de las obligaciones que le incumben en virtud de los tratados de fiscalización internacional de drogas“, asegura la JIFE, al destacar que mantiene un “diálogo constructivo” con el Gobierno estadounidense al respecto.
Los tratados internacionales sobre drogas solo establecen para el cannabis un uso médico y científico, prohibiendo su consumo con fines recreativos.
Índices de consumo
La Junta asegura que ha observado un aumento del consumo de cannabis, cuya prevalencia pasó del 11,5 % en 2011 al 12,1 % en 2012, lo que a su vez se vinculado a “una menor percepción del riesgo, especialmente a raíz de la legalización del uso del cannabis con fines no médicos en algunos estados”.
Una preocupación mayor, según este organismo de la ONU, es el contenido medio de THC, la sustancia activa del cannabis, ha aumentado en un 37 % en las drogas producidas en Estados Unidos, un alza que llegaría al 75 % para el cáñamo importado.
Igualmente, la junta aseguró estar «profundamente preocupada por las incidencias negativas que la legislación uruguaya relativa al cannabis podría tener sobre el sistema internacional de control de drogas». Uruguay se convirtió en mayo del 2014 en el primer país en legalizar la producción, la distribución, la venta y el consumo de cannabis.
Incluso en este marco, el organismo «insta a los gobiernos que han puesto en marcha programas de uso de cannabis con fines médicos que se aseguren de que las prescripciones establecidas en este marco son emitidas por personal médico competente y bajo supervisión médica».
Info: El mundo