La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) aprobó en Montevideo un documento en el que plantea un nuevo enfoque en el abordaje de la problemática de las drogas que se aleja del meramente punitivo y que se centrará en el ser humano, su bienestar y su salud y lo planteará ante la ONU en abril de 2016, reseñó ayer la prensa local.
“Tiene mucho de histórico porque Suramérica ha sido una de las más afectadas por la lucha contra el narcotráfico. Lo digo con experiencia en mi propio país”, dijo a la prensa Ernesto Samper, secretario general de la Unasur y expresidente de Colombia (1994-1998).
El texto consensuado este lunes entre los 12 países que componen la Unasur consta de 25 puntos y será trasladado a la Sesión Especial de la Asamblea de Naciones Unidas sobre Drogas (Ungass) que tendrá lugar en abril de 2016 en la sede de la ONU en Nueva York.
“Pasamos de un enfoque exclusivamente punitivo que se ha venido manejando en América Latina y en el mundo a un enfoque mucho más integral (…), queremos poner en el centro de la política de drogas al ser humano, su bienestar y su salud por encima de todos los demás criterios de intervención”, dijo el director de Política de Drogas del Ministerio de Justicia de Colombia, Javier Flores.
Por su parte, Samper señaló que “a pesar de todos los esfuerzos de la política prohibicionista actual, hoy en día hay más de 300 millones de consumidores de drogas que aún las siguen consumiendo”.
En esta línea, valoró el “evidente fracaso” de la guerra contra las drogas e hizo hincapié en la autoridad que tiene Suramérica para proponer un cambio hacia una mirada humana sobre el tema debido a la cantidad de personas y de recursos económicos e institucionales que se han sacrificado para ello en la región.
Flores, que integra la delegación colombiana en esta reunión de Unasur en Montevideo, señaló que en la región es donde se “produce casi el 100 por ciento” de la cocaína mundial y donde se encuentran los mayores índices de violencia asociados al problema de las drogas.
“Por lo tanto, tenemos toda la legitimidad y posibilidad de llevar un mensaje muy fuerte a Ungass 2016 y al mundo entero diciéndoles que Latinoamérica puede aportar mucho en un abordaje distinto al fenómeno de las drogas”, remarcó Flores.
Esta asamblea de la ONU es vista como una “oportunidad muy importante” para que la región plantee nuevos enfoques “que deben contemplarse como otra forma de enfrentar el problema de las drogas y no como una guerra como ha sido hasta ahora”, indicó Elena Lagomarsino, miembro de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay.
Una muestra de la heterogeneidad de la región fue la expuesta por Samper, que mencionó algunas posiciones alternativas a las soluciones prohibicionistas, como la del consumo de la hoja de coca en Bolivia, la iniciativa chilena para despenalizar el cultivo doméstico y el uso medicinal del cannabis o el indulto a los “microtraficantes” en Ecuador.
Info: Paguina 12