En el transcurso de los últimos años se percibe un aumento de las incautaciones de plantas de marihuana, tanto en el interior de viviendas como en invernadero. Las fuerzas de seguridad, tanto las policías locales y las autonómicas como la Guardia Civil y la Policía Nacional, llevan a cabo periódicamente intervenciones en las que requisan plantas de cannabis.
Desde hace años, la marihuana es la droga ilegal que mayor aceptación y tolerancia tiene a nivel social y de las administraciones. Y algunas personas piensan que en estos momentos se registra una especie de transición hacia su legalización. Pero tanto los que están a favor como los que se muestran contrarios a ese paso cuestionan el papel de las administraciones con este asunto.
Guillermo Guigou, médico especializado en conductas adictivas y exdirector general de Drogodependencias (1996-1999), trabaja en la ONG Asociación San Miguel Adicciones para la atención a consumidores. Después de 35 años trabajando en este campo, Guigou opina que en el asunto de la marihuana se registra la “transición de la frustración”. Es decir, que da la impresión de que se tiende a su legalización, pero “no hemos hecho nada” para informar a los potenciales drogodependientes sobre los efectos negativos de esta droga, que es la más extendida entre las consideradas “ilegales” y por la que muchas personas se inician al consumo de otras, como el hachís, la cocaína o la heroína. Estima que en Canarias esa transición no está muy regulada. Reconoce que el cannabis puede tener indicaciones terapéuticas, así como facilitar campos de estudios importantes relacionados con tratamientos paliativos en enfermedades oncológicas (cáncer). Pero para el experto en drogodependencias, los indicadores terapéuticos deben estar determinados por parte del Gobierno y deberán prescribirse a través del sistema sanitario.
Guigou señala que la marihuana está tan “institucionalizada” o aceptada por la sociedad que ya “hay padres que la fuman con los hijos”; un aspecto del que ya advertían las dos juezas de Menores en Santa Cruz de Tenerife en una entrevista en el Dia. Para Guigou hay tres factores que influyen en la proliferación del consumo de estas y otras drogas ilegales en Canarias, como son la posición estratégica del Archipiélago, la elevada tasa de fracaso escolar y el importante nivel de desempleo. Pero, a la vez, matiza, que el consumo del cannabis o cualquier otra droga ilegal se da en personas de cualquier clase social.
Ante esa realidad, considera que existe “pasividad” y “falta de voluntad política” por parte del Gobierno canario para afrontar esta realidad y desarrollar campañas que conciencien sobre los efectos negativos de cualquiera de estas sustancias. Entre otras cosas, se pregunta el doctor Guigou por qué el Ejecutivo Autónomo suprimió en el año 2011 la Dirección General de Atención a las Drogodependencias y se incluyó en la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud. El experto también cuestiona que, con ese paso, cómo es posible que no se normalice también en los centros de salud la atención a estos pacientes. Indica que el trabajo en este campo se ha dejado en manos de ONG, “que somos la única vía para solucionar un problema muy grave, pero con unos mínimos recursos”. Y la situación de las islas contrasta con las de Cataluña, Valencia, Andalucía, Galicia o País Vasco; comunidades en las que los gobiernos afrontan sus competencias de forma directa. Entre otras cosas, reclama que el personal que trata directamente a los consumidores que quieren resolver su problema pueda tener acceso directo a los análisis y pruebas diagnósticas. Y es que ahora dichos profesionales deben remitir al paciente a su médico en el centro de salud o al centro de especialidades para que se realice las pruebas, con lo que el proceso es más largo y complejo de lo deseado. Guigou se pregunta: “¿Queremos solucionar el problema o no interesa?”.
En cuanto al cannabis, Guigou señala que en su consulta privada tiene muchos miembros del clubes de consumo de cannabis, que han tenido efectos perjudiciales, hasta menores de edad que ya pertenecen a estos colectivos. Para el médico de la Asociación San Miguel, antes de legalizar esta sustancia, hay que formar e informar a la población, porque si no, se puede generar un importante desequilibrio para la salud pública. Y pone el ejemplo de que se conduzcan coches sin que haya señales de tráfico. No termina de comprender que, por una parte, se autoricen las tiendas “grow shop”, donde se facilitan los productos para cultivar marihuana en las viviendas para autoconsumo, y por otro la marihuana aún no esté legalizada totalmente.
El propietario de una tienda “grow shop” del Sur de Tenerife recuerda que en estos locales se venden diferentes productos fabricados con cannabis para muy diferentes usos, desde abonos ecológicos para favorecer el crecimiento de frutales, aceites para masajes, antiplagas o algunos objetos para favorecer el crecimiento de las plantas de marihuana. Pero, curiosamente, las semillas de cáñamo solo pueden venderse para “colección”, no para cultivar. Ante contradicciones de este tipo, pide “un poco de coherencia” en las administraciones y que “no haya tanta pantomima”.
La semana pasada, guardias civiles intervinieron casi 1.600 plantas en dos invernaderos de Los Blanquitos (Granadilla) y detuvo a un irlandés. Este propietario de “grow shop” señala que está en contra de ese tipo de actuaciones, es decir, de producir para traficar con la marihuana. Su pareja matiza que “estamos a favor de un consumo responsable”, es decir, de la producción doméstica y el autoconsumo, para lo que el mismo tiene productos en su tienda. Recuerda que el paga impuestos y su licencia de apertura. “Y esas noticias me afectan, pues en mi tienda yo no vendo ni un gramo de marihuana”, aclara.
En cambio, señala que se está produciendo una “revolución por el aspecto medicinal del cannabis”. Como ejemplo, cita a personas que utilizan productos derivados de la marihuana para aliviar dolores, para contrarrestar los efectos de la quimioterapia, problemas de hipertensión o para personas que sufren ataques epilépticos.
En España y Canarias es la droga ilegal más extendida
La página oficial del Gobierno de Canarias, en el apartado de salud pública, ofrece algunos datos de la encuesta sobre alcohol y drogas en España (Edades). En cuanto al cannabis, se asegura que “en España y Canarias es la droga ilegal más extendida entre la población”. Aproximadamente, una de cada tres personas de entre 15 y 64 años en el Archipiélago ha consumido marihuana alguna vez en su vida, lo que supone una proporción levemente superior a la media nacional (30,84 %). En las islas, uno de cada 10 varones (9,8 por ciento) ha consumido cannabis en los últimos 30 días.
Info: El dia