Los alcaldables abren el debate del cannabis.

Es casi imposible disociar en Barcelona la ronda de Sant Antoni de los comercios de informática, o no pensar en las zapaterías al hablar de la zona de Portaferrisa, u olvidarse de la calle trafalgar si se quiere entablar negociaciones con mayoristas chinos. Zona de la ciudad que con el paso de los años se han consolidado como una referencia ineludible de determinadas áreas de consumo. Una denominación de origen relacionada con calles y barrios que las candidaturas que optan a la alcaldía de la capital catalana quieren evitar a toda costa cuando se trata de ubicar a los clubs Cannábicos.

PSC CannabisEsa es una de las principales consideraciones que los partidos de la oposición esperan que incluya la ordenanza o el plan especial que los gobiernos municipales de Xavier Trias se comprometió hace casi un año a aprobar antes de las elecciones municipales, convocadas para el 24 de mayo. El alcalde socialista para Barcelona, Jaume Collboni, aboga por la regulación de las asociaciones de autoconsumo queevite la concentración de estos locales en zonas concretas– de la ciudad.

barcelona comu cannabisUn extremo en el que coinciden miembros destacados de otras listas, como Laia Ortiz, portavoz de Barcelona en Comú, que muestra su preocupación por los riesgos potenciales de –una densificación de estos locales- en algunas áreas si no media una ordenación de esta actividad – que revierta el modelo actual -. Entre los riesgos que comporta esta indefinición normativa, la popular Belén Pajares, que integra la lista encabezada por Alberto Fernández Díaz, cita el de los – problemas de seguridad y convivencia con el vecindario- que, sostiene, ya se producen en algunos espacios urbanos. erc cannabis barcelona

Desde la filas de ERC ,Jordi Coronas apunta a un –vacío legal que ha facilitado el incremento de estas asociaciones-, y posibilita que – en muchos casos se alejen de la buenas practicas -, al tiempo que causa – inseguridad jurídica para los que sí las tienen en cuenta – . Esa –proliferación – también las asumen desde las filas de CIU, que identifica las quejas de los vecinos, pero advierte de que se trata de -asociaciones, no locales de pública concurrencia, aspecto que dificulta su regulación –. No obstantes, apunta a la necesidad de evitar su –concentración en algunos distritos – y apelan a pautar un –control- para optimizar su encaje en la ciudad.ciu cannabis

Especulación.
Para Ortiz, es necesario implementar un modelo –basado en el asociacionismo- , que sea –compatible con la convivencia u garantiza los derechos de los usuarios- . Y propone una regulación que evite la especulación para que el lucro no alumbre la finalidad de estas asociaciones y evitar que Barcelona se identifique en el extranjero como un referente de -turismo Cannábico-. PP Cannabis

Collboni precisa algunas de las iniciativas que alejarían estos Peligros, como – una carencia de 15 días desde la adscripción a la asociación-. Y echa la vista atrás para denunciar que en el pasado – ya se hizo mal al aceptar la apertura de los locales con la simple presentación de un comunicado para una actividad que genera tanta controversia-. Eso explica, según el socialista, que –se hayan triplicado los locales de autoconsumo en menos de una año-.

La candidatura republicana, en cabezada por Alfred Bosch, recuerda que algunos clubs barceloneses han expedido –hasta 5000 carnets de socio- para evidenciar que  –se promueve el consumo y se prioriza el interés económico-. Para evitar esas carencias, Coronas propone – un proceso participativo que implique diversos sectores, desde la sanidad a la educación, pasando por justicia-, y en el que incluye, – por descontado, a las propias asociaciones-.

A esa transversalidad se suman PSC, Barcelona en Comú, y el PPC, especialmente al ser conscientes de las limitaciones competenciales que tiene el municipio. Desde los populares, Pajares aboga por una normativa base, -un proyecto de ley- donde intervengan todos los departamentos de la Generalitat que estén implicados de alguna forma con esta regulación. –Después será cada municipio el que ajuste esa normativa en función de sus características y necesidades-.

Y sin olvidar a los vecinos, sujetos pasivos a los que se refiere Ortiz para garantizar –un abordaje integral. Del fenómeno. Y un actor imprescindible para consensuar aspectos claves, como el afora máximo de los clubs y los horarios a aplicar-.

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