El Gobierno alemán trabaja en una normativa para que los enfermos crónicos con fuertes dolores puedan tener acceso a recetas de Cannabis , de cuyo coste se harían cargo las mutuas de la sanidad pública.
La comisionada para las drogas del Gobierno alemán, Marlene Mortler, avanzó en una entrevista al periódico “Die Welt” divulgada este martes que su intención es presentar el proyecto este año en el Bundestag (cámara baja del Parlamento) para que pueda estar ya vigente en 2016.
El objetivo es, según explicó el ministro de Sanidad, Hermann Gröhe, “cuidar de forma adecuada a las personas gravemente enfermas que sólo responden al tratamiento médico con cannabis”.
La ley deberá fijar el reembolso de los gastos a través de las mutuas en los casos que establezcan los médicos y el modo de luchar contra posibles abusos.
En estos momentos en Alemania está prohibido el cultivo de marihuana, pero alrededor de 300 pacientes tienen una autorización oficial para comprarla en farmacias con fines terapéuticos.
El pasado mes de julio, el Tribunal administrativo de Colonia (oeste de Alemania) autorizó a tres enfermos crónicos que sólo podían paliar su dolor a través del cannabis a cultivar las plantas para su consumo terapéutico en su propio domicilio, en una sentencia pionera en el país.
Los tres, como enfermos crónicos, contaban con el permiso especial para comprar marihuana, pero exigían poder cultivar y procesar en casa la droga para reducir unos costes que no podían asumir -alrededor de 1.000 euros al mes- y de los que no se hacía cargo su seguro sanitario.
Según la sentencia, el estado no puede prohibir de forma generalizada el acceso de los enfermos crónicos al cannabis y se pueden conceder estas autorizaciones en casos concretos y tras un examen exhaustivo, cuando la droga es el único medio de paliar el dolor y no existe tratamiento alternativo.
El tribunal rechazó las demandas presentadas por otros dos pacientes: en uno de los casos consideró que el enfermo no había agotado todas las alternativas terapéuticas y, en otro, estimó que en su vivienda no podía garantizar que terceras personas no tuvieran acceso a la droga.
La oposición parlamentaria, formada por La Izquierda y Los Verdes, aboga por una legalización general del consumo de cannabis en Alemania.